La dieta Dukan es un régimen alimentario creado en 1980 por un nutricionista y dietista francés, Pierre Dukan, que consiste en la eliminación total de los carbohidratos de la dieta y su sustitución por proteínas y verduras; su objetivo es bajar rápidamente de peso, de forma natural y estabilizada. Esto se consigue ya que, al no incorporar hidratos de carbono, el organismo emplea sus reservas de grasa para realizar las funciones vitales, llevando a cabo una rápida disminución de masa corporal. El proceso se estructura en cuatro fases: fase de ataque, fase de crucero, fase de consolidación y fase de estabilización.
Ataque.
Consiste en mantener una alimentación a base de alimentos muy ricos en proteínas; tiene una duración aproximada de entre 3 y 10 días y, durante este período, se ingieren 72 proteínas puras que estimulan el organismo para que pueda aprovechar bien los reservorios de grasa, manteniendo a su vez la masa muscular y ósea. Como resultado tenemos una increíble reducción de peso.
Crucero.
En esta etapa, se sigue adelgazando y se van introduciendo las verduras, alternando los días de proteínas puras y los de proteínas y verduras. Se basa en 100 alimentos, 72 ricos en proteínas y 28 verduras.
Consolidación.
Una vez alcanzado el peso justo, el cuerpo comienza a sufrir los síntomas del efecto rebote, y para evitar esta recuperación de peso, se lleva a cabo la incorporación de hidratos de carbono a la dieta. Dura 10 días por cada kg perdido, se introducen alimentos como fruta, queso y pan integral y se dedica un día a la semana, generalmente los jueves, para el consumo exclusivo de proteínas puras, para mantener así el peso.
Estabilización.
Es definitiva, fácil y la más importante de todas; consiste en consumir tres cucharadas diarias de salvado de avena, andar 20 minutos diarios, evitando los ascensores, y mantener el jueves de proteínas puras. La alimentación es libre, aunque se recomienda llevar una dieta equilibrada, y dura de por vida.
Dentro de sus beneficios tenemos principalmente el rápido adelgazamiento, pero tiene múltiples riesgos para la salud, como pueden ser el déficit de proteínas, la aparición de trastornos alimentarios, la oxidación de tejidos, la desnutrición proteica, ya que el organismo reacciona destruyendo las proteínas, y la producción de toxinas, que pueden provocar cambios de humor, bajo rendimiento intelectual e incluso un shock hipoglucémico o la muerte.
Debemos evitar a toda costa las denominadas dietas milagro y bajas en carbohidratos, ya que aumentan la tasa de mortalidad y su no cumplimiento, además de los numerosos efectos negativos que tienen, nos llevaría a recuperar el peso perdido e incluso mucho más.
Fuentes:
No hay comentarios:
Publicar un comentario